Mi aventura en Madrid coincide casi en el tiempo con mi aventura en esta pequeña gran familia llamada Delfo. Llegué a Madrid en diciembre de 2002 con una mano delante y otra detrás, con mi título de psicología bajo el brazo y sin saber muy bien esto a dónde me llevaría.
Mi vida laboral es como un mapa de viajes con múltiples destinos y experiencias llenas de anécdotas. En 2005, tras un viaje exprés que me llevó a conocer Delfo en 2004, empiezan 15 años de ruta. Hubo talleres de sensibilización en igualdad en colegios, prevención de violencia de género en institutos, formaciones para desemplead@s, talleres de autoestima para mujeres en Madrid, cuidados para cuidadoras, ludotecas en la sierra y como últimos destinos los Espacios de Igualdad.
Como en los viajes te cruzas a diferentes personas, algunas fugaces, otras pasajeras, otras temporales y otras se convierten en compañeras más largas en el camino; gracias por cruzaros en mi camino, me llevo un pedacito de cada una/o. Si algo me llevo de este viaje, además de las maravillosas personas con las que he compartido y han compartido conmigo, es participar en la transformación social y en la inversión colectiva para que el mundo sea más justo, llevando mensajes de amor, cuidado, respeto e igualdad allá dónde más falta hacía.
Ahora me despido para seguir mi aventura, explorar nuevos destinos, llenar mi mochila de nuevas experiencias y así también poder aportar todo lo aprendido y vivido con vosotras/os. Gracias por alimentar mis ganas de seguir creciendo, de confiar en mis talentos e invertir en ellos y por desearme desde el principio hasta el día de hoy mi felicidad en cada paso que doy.
¡Hasta luego delfinas/os!
